miércoles, 22 de abril de 2015

Respirar voley, hacer historia



Era yo una enana cuando corría a los pies de la cama de mi madre, después de comer, para ver qué decían las noticias de aquel equipo que había conquistado Europa, de las chicas que habían hecho del CV Construcciones Marichal el club más laureado de la historia de España.

Apenas un rato después del informativo, me iba corriendo a la pista (de piche, por supuesto), a ver si ese día conseguía meter todos los saques, o podía recibir más balones que la tarde anterior, siempre con la ilusión de que ese deporte, el que para mí era el mejor del mundo, pudiera ser tan importante como el fútbol. No porque para mí no valiera, sino precisamente por lo contrario: nos valía a pocos.