¿La mejor Liga del mundo?

Comienzo estas líneas abriendo el paraguas, ante la cantidad de ‘palos’ que voy a recibir tachándome de oportunista. Pero, ¿es la española la mejor Liga del mundo? Nos llenamos la boca diciéndolo cada vez que alguna institución reparte premios, o se celebra alguna competición a nivel de selecciones. Tenemos a Messi, a Cristiano y a Mourinho. Teníamos a Guardiola. Las redes son guardadas por porteros de la talla de Casillas o Valdés. El centro del campo, custodiado por los inigualables Iniesta, Xabi Alonso, Xavi o Busquets. Puyol y Ramos, se encargan de defender mientras los goles son tareas de grandes como Falcao o Benzema.


 Pero la primera ronda ‘seria’ de la Champions, los octavos de final, han dejado a la Liga Española un poquito colorá, como dirían mis amigos andaluces. Anoche por San Siro desfiló un pésimo Barça que se trajo una eliminatoria con dos goles en contra y ante un rival italiano. Cabe destacar que, si hay equipo fuerte y que merezca la confianza en la remontada (y en casa) son los de Roura, pero eso no quita que vaya a ser una ardua tarea.

 No es diferente el caso de los otros tres equipos españoles. Málaga, Valencia y Real Madrid también están obligados a remontar en los partidos de vuelta. El 1-1 del Bernabeu obliga a los blancos a marcar en un todopoderoso Old Trafford y el 1-0 cosechado en Do Dragão por los malagueños ante el Porto les permite soñar, pero no sin luchar con todas. Tampoco lo tiene fácil el Valencia, pues el Paris Saint Germain se llevó un 1-2 de la costa del Levante que le hace tener pie y medio en cuartos.

Y es que a veces, a todos, nos falta un poquito de humildad. A priori, todos rivales asequibles. A priori, nos las prometíamos felices, una golosinita para todos los equipos españoles. Pero ojo, esto es un deporte, y cada uno lo practica a su manera. Ni éramos la mejor liga del mundo antes de empezar la Champions ni somos la peor si al final de los octavos solo hay un equipo español entre los 8 mejores. Podríamos ponernos a sacar trapos sucios, robos arbitrales y demás tejemanejes que a todos nos encantan, pero no. Nos guste o no, es tan fútbol la defensa férrea del Milan como el jogo bonito del Barça. Lo mismo pasa con el juego directo del Madrid o el duro de los equipos ingleses. Hay mil maneras de ganar, unas más lindas que otras. Cada uno lo hace de la que sabe. O de la que puede. A la contra, con las jugadas más elaboradas, las más bellas, de penalti injusto o con un gol en el 93’. ¿Acaso no es esa la razón por la que amamos este deporte?