El Club Deportivo Tenerife pierde fuelle. Eso es así. Igual ha
sido un mal día (dos exactamente), igual ha sido fruto de la casualidad o, lo
mismo, una mala racha está por comenzar. Desgraciadamente, y como lo de las
bolas de cristal aún no es muy fiable, es algo que no podemos saber.
Lo que si tenemos claro todos es que en las dos últimas
jornadas se han escapado seis puntos que han hecho que la distancia con los que
vienen pisando los talones se vea reducida. (5 puntos al 2º y 6 puntos al 3º).
¡Benditos rivales que hacen su trabajo igual de mal que nosotros!
Y es que, si lo del Cerro del Espino lo veíamos como normal
(aunque penoso), lo de esta semana ya empieza a preocupar. El Guijuelo,
merecidamente y sin posibilidad de discusión, se ha llevado esta mañana los
tres puntos que se disputaban en el Heliodoro, convirtiéndose en el primero en cumplir lo que esta
temporada había sido Misión Imposible.
Los de Cervera comenzaron apáticos en una mañana calurosa en
la que los visitantes saltaron valientes al terreno de juego. Por causa de la
fortuna, el Tenerife se vio, sin haber hecho nada, con un gol a favor cuando a
penas se rozaba el minuto 28’.
Pero ni eso lo hicieron los blanquiazules. Fue Manolo quien, en propia puerta,
anotó el gol local que nos hacía pensar que la dinámica cambiaría.
Pero no fue así. El infumable partido siguió transcurriendo
ante la aburrida mirada de 8.268
espectadores que, en la distancia, se divertían vía radio o Twitter con el
espectáculo que Canarias y Barça
ofrecían en el Santiago Martín gracias a otra obra de arte de los que
planifican los horarios de todo.
El Guijuelo siguió
adelante y, con máxima efectividad, anotó dos tantos en sus dos únicas
ocasiones claras de gol (Moreno y Valero). Los nuestros no es que pusieran
mucho de su parte, intentándolo por ráfagas pero mostrando una nulidad absoluta
de ideas. El resultado fue la primera
derrota de la temporada en feudo blanquiazul (1-2)
El Tenerife notó la ausencia de los sancionados Aridane y Javi Moyano (Foto: www.botaheliodoro.com) |
Que haya sido un mal día o que este Tenerife tenga un bajón
es algo que podemos discutir. De hecho, con total certeza, será tema principal
en las tertulias de esta semana.
La realidad es bien distinta. A los de Cervera se le vienen
ahora dos partidos fuera de casa en los que tendrá que cambiar la dinámica
demostrada hasta el momento si no quiere perder toda la fuerza con la que ha
venido pisando esta temporada.
Porque, a estas alturas, en la isla bien sabemos eso de que “el fútbol
son estados de ánimo”…. Y ahora toca cambiar el nuestro.
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