A punto de comenzar la segunda fase del concurso más
esperado en el Carnaval chicharrero, no me quiero dejar atrás las sensaciones
vividas la noche de ayer.
Comenzó de una manera brutal. Como si de la mismísima Gran Vía
madrileña se tratase, el Recinto Ferial vibró con el musical del Rey León que
llevó Trapaseros. Los norteños lo dieron todo pero, con una segunda canción
algo más flojita, parece que se guardan algo grande para la final. Ahora, toca
valorar si lo que importa es el Show (en el que se llevarían el primer premio)
o la esencia de las murgas.
Después pasaron por el escenario (algunos con más pena que
gloria) Desbocados, Zeta Zeta, las Ni Muchas Ni Pocas, los Que son son, los
Desinquiet@s y los Guachy. De estos últimos, destacar su acidez criticona,
aunque el humor brillara por su ausencia. Mientras, Desbocados se convirtió en
su primer tema en “machangos de futbolín” y jugaron su propia liga. Tampoco vale
olvidarse de Desinquiet@s, la murga infantil que es `grande´ sólo porque en sus
letras dicen muchas palabrotas. ZetaZeta
comenzó flojito con la repetida historia del Batman y su “foco aquí”, para ir
creciéndose a medida que se acababan los minutos. Por su parte, Las Ni Muchas,
hicieron un espectáculo bonito, aunque siempre con el lastre de lo que gusten o
no las voces femeninas y lo difícil que se hace entenderlo por momentos.
Pero hubo que esperar hasta pasadas la 1.30 para que el
Recinto se pusiera en pie y hasta el más dormido se pusiera a bailar a ritmo de
los trónicos. Los Diablos Locos una vez más montaron una fiesta durante 30
minutos y su primer tema, “Una de Bancos”, recordó a todos los presentes para
qué estaban allí. La segunda canción, un tanto más floja, tampoco dejó
indiferente a nadie.
Esta noche otras ocho murgas pasarán por el escenario del
Recinto, seguro, que sin dejar indiferente a nadie. Vuelvo a dejarles el orden
mientras los Trabas se dejan la piel en su Pasacalle.
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