miércoles, 30 de enero de 2013

Segunda fase, más nivel.



La noche de ayer fue otra de esas que demuestran lo que vale el Carnaval chicharrero. De las que dejan entrever la ilusión de los murgueros por hacer aún más grande nuestra fiesta. Arrancaron los Trabas agrupando territorios con su “Una Sobre El Mismo Mar” para luego dar paso a una murga que dejo boquiabierto al recinto capitalino: Los Lenguatrapos. Era su primera noche en el Carnaval de Tenerife y por el éxito cosechado, todo parece apuntar a que no será la última. Sus dos temas, El Multerito y Ramona la Binguera, donde se transformaron en unas señoras a las que le encantaba el juego, causaron sensación. Más allá de la gracia y crítica de sus letras, destacaba lo bien que se les entendía, algo no muy común en las principiantes.

Continuaron Hechizadas, preguntando a Paulino dónde estaba cuando Adeje, La Palma y La Gomera ardían. También aprovecharon para tocar muchos temas sociales como la pederastia y los malos tratos, algo que entristeció la noche debido al pesimismo con el que era contado. Después llegaron Jocikudos “tocando las pelotas” y arrancando muchas risas entre los asistentes.

Y cuando apareció en escena una de esas conocidas como “murga grande, la Ni Pico Ni Corto, la Televisión Canaria se quedó con la pantalla en negro. Algo así como la actuación de la murga, que aunque intentaron descifrar “En qué piensan las mujeres”, su éxito fue bastante cuestionable. Lo mejor, desde mi humilde opinión, la despedida con la que toda la isla se identifica: Chicharrero de Corazón.

El nivel iba subiendo. Al menos en lo que a nombres se refiere. Los Triqui Traques dieron palos por el desplante de la Ni Fu Ni Fa el año pasado en la final, dándosele protagonismo a un conocido Dj.  "Entre patrones, retales y tijeras, me paso el día escupiendo lentejuelas" mostró su tónica de los últimos años: Humor, humor y humor. No se olvidaron tampoco del Tenerife, al que le dedicaron perlas como “Sube el paro, el tranvía a La Laguna, las bolsas de la compra... Pero el Tete nunca sube”

El penúltimo puesto, en orden de actuación, era para Triquikonas. Sorprendieron, conquistaron y no dejaron indiferente a nadie. Una actuación de esas que callan bocas a los que no gustan (gustamos) de las murgas femeninas. Su quinqueañeras, una mezcla entre “kinkis  y quinceañeras”, triunfó como la cocacola con frases como “Salgo en Carnavales Falda corta ¿y que?¡Como si voy de oso panda!”. El final de la actuación con todo el público cantando el Santa Cruz en Carnaval certificó su éxito.

Pero como pasó en la primera fase, lo mejor llegaría la final. Con una emotiva presentación, se presentó Bambones en el escenario celebrando sus “30 carnavales y esta es la clave: Bambones somos y tu y yo”. Y si la despedida por excelencia es la de NiPico, Bambones se lleva el premio con el Pasacalle. Mi Vida Es Ser Un Bambón, cantada por las más de 5000 personas que a esas horas abarrotaban el recinto, sonó como un estruendo de alegría.
Llegarían luego los guardaespaldas de Bermúdez, esos que le costaron al pueblo chicharrero 15.000 euros.  Le recomendaban al alcalde que “si no querían que le partieran la jeta, en vez de guardaespaldas, haberte puesto una careta”.
En su segundo tema, se convirtieron en Buscavidas, poniendo como máximo ejemplo de este personaje a Don Guillermo, Willy García para los amigos.
Sin destacar demasiado, firmaron una actuación brillante y todo hace pensar que los del Cardonal se guardan algo grande para la final. Habrá que ver cómo queda la cosa con el nuevo sistema de puntos.


Orden para hoy! 

 

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